Aunque ya han pasado unos días, en concreto 12, esta piada la escribí el día 4 de enero. Luego porqué no sé motivos no la subí. Quizá me dio pereza, quizá la vi totalmente innecesaria, la cuestión es que quedó almacenada en una carpeta del disco duro. Esta tarde me acordé de ella y tras comprobar que una foto mía había reavivado una polémica que no sé si tendrá buen fin, por fin, me he decidido a subirla y por lo menos intentar desviar la atención. Así decía la mentada…
Siendo Tapieros Motanejeros parecía lo lógico que el día último del año fuéramos a escalar al pueblo del que recibimos el citado calificativo.
Y allí fuimos, Ramopu, Kiko y yo. En el bar Avenida nos esperaban Javi y Xavi. Almuerzo de rigor para reponer las fuerzas que luego se irían a gastar.
El día no invitaba a escalar. Mucho frío matinal y un cielo entreverado de nubes altas que no permitían al tímido sol calentar mínimamente el ambiente.
Al final nos decidimos por una de las zonas a priori más cálidas. Según subíamos la cuesta al sector el sol empezaba a vencer su particular lucha con las rebeldes nubes. Tal y como este invierno está sucediendo una vez pertrechados para la escalada la temperatura había aumentado sensiblemente y aunque al principio con forro empezamos a hacer nuestros pinitos sobre sus muros verticales, entre vía y vía, alguna prenda iba siendo desechada hasta que los más osados se despechugaron y regalaban al sol la visión de sus torsos y dorsos torneados por las horas de entrenamiento y escalada.
Yo como soy más antiguo, mantuve la ropa inicial, pues de cintura para arriba solo muestro mis “encantos” a la parienta.
Kiko, uno de los muchos miles de jóvenes españoles azotados por la bestial crisis que nos asola contaba los días para volver a Londres y retomar su “cualificado” trabajo en un pub. Estudios de ingeniería y conocimientos avanzados de inglés no le han abierto ninguna puerta en el marasmo laboral español.
Como le apetecía hacer tapia y yo tenía el día 3 disponible decidimos ir al Ponotx y surcar una de las rutas cinco estrellas que allí podríamos encontrar. Pensat y fet.
El jueves a las siete de la mañana salíamos de Valencia, somnolientos y con casi dos horas de coche por delante. Como la crisis aprieta no queda más remedio que seguir el camino más sinuoso pero que evita el peaje de la autopista, así que hacía Concentaina, Benilloba y para acabar de revolver el desayuno, la subida y bajada del puerto de Confrides.
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
En resumen que llegamos al parking poco antes de las nueve, revueltos y comprobamos que los días veraniegos de diciembre habían dado paso al típico día invernal, frío y ventoso del Ponotx.
Como el día anterior había leído la previsión meteorológica y lo daban bien, ni me planteé usar la razón y mirar al cielo.
Preparamos el material y rápidamente nos encaminamos a la base de la pared donde comienza Alfa Centauro.
Ya había surcado esta preciosa ruta en dos ocasiones, pero tras la repetición de Cosmos me apetecía repetirla para comprobar si mis apreciaciones de hace menos de 11 días eran acertadas.
Como el viento no había dado todavía a la pared la escalada del primer largo se convirtió en un martirio. A los pocos metros los dedos se habían convertido en unos apéndices inútiles sin sensibilidad alguna. Fiarse de los agarres en esas condiciones es una cuestión de fe. No sé cómo soy capaz de llegar a la R1 sin trincarme a las cintas, pero con dolor y más esfuerzo del esperado lo consigo. Kiko sufre los mismos rigores, pero entonces ya el sol empieza a ganar la batalla a las nubes, pero será una victoria pírrica.
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Kiko iniciando el segundo largo.
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Kiko en el cuarto largo
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Vamos surcando largos hasta llegar al tramo rojo de la diagonal. En un espectacular largo de 56 m hacemos dos que en el croquis indican que ambos son de 35 m.
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Kiko aborda con maestría y el desparpajo típico de su edad el primer desplome y sin esfuerzo aparente.
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
El siguiente largo es el desplome gris que divide la pared en dos zonas diferentes. Aquí Kiko menos ducho en las técnicas del artifo recurre excesivamente a la fuerza de los brazos lo que notará posteriormente.
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Nos quedan tres largos sobre muros, diedros y fisuras sobre roca de calidad. Sin embargo en el primer muro se me rompen varios agarres y tengo la impresión de que no he sido el primero al que le ha pasado algo similar pues encuentro el largo mucho más duro que la última vez (No hace mucho tiempo, algo menos de dos años)
Alcanzar el primer bolt del penúltimo largo sin paso de hombros tiene su gracia, pero haciendo alguna que otra contorsión lo pillo y salgo a un tramo realmente bonito y durillo. Solo nos queda el largo común con Albatros y una trepada con un paso tonto protegido con un clavo.
Mientras escalamos el tiempo, camiante y turbulento, nos ofrece imágenes espectaculares.
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Alfa Centauro sigue siendo una vía cinco estrellas, pero me ratifico en lo que dije cuando repetí Cosmos.
En la cumbre hago un breve recuento de la longitud de los largos escalados y no me sale más de 410 m. No creo irme mucho pues tengo las cuerdas marcadas por el centro, y más de un largo en donde el croquis marcaba 40 a 45 m no superaban los 30 m. Poca importancia tiene en este tipos de vías, pues dos parabolts suelen marcar el final de un largo e inicio de otro, pero no será la primera vez que longitudes exageradas en los croquis ha ocasionado embarques en algunos casos peligrosos.
Al llegar arriba el viento, el frío y unas nubes más que amenazadoras hacen que recojamos los trastos con rapidez e iniciemos ligeros el descenso.
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
En esta ocasión bajamos por lo rápeles del Tozal. Creo que de estas vías del Sector más meridional del Ponotx la bajada es más rápida por este camino.
No llega a llover pero la dispersión del polvo atmoférico y la humedad ambiental hace que aparezca el arco iris y nos regale otra imagen imborrable.
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Para empezar el año, una vía cinco estrellas: Alfa Centauro
Según nos acercamos al parking una fina lluvia empieza a caer. Hemos tenido suerte. El termómetro del coche marca 8ª cuando 5 días antes marcaba 20º.
Otro día para el recuerdo. Buena vía, mejor compañía y una actividad compartida y disfrutada.
Salud y buenas escaladas.
Fue un 3 de enero, y así se recordó al siguiente día.
