Pues nada, eso, que la méteo daba bueno y decidimos que nos íbamos a Pirineos. La idea era ir al refugio de Larribet y una vez allí comérnoslo todo. Bueno todo no.
6 horitas y media para llegar al parking desde que sale la senda al refugio. Arreglamos las mochilas y con el tiempo justo para llegar a la cena salimos alegremente.
El camino al refugio es largo e incómodo en varios tramos. Salva 600 m de desnivel y requiere unas dos horas.
Las cuitas de la Paca
Las cuitas de la Paca
Nada más llegar al refugio, entro al salón y de ahí a la cocina donde una chica muy risueña me pregunta si soy Jaime. ¡Toma ya! ¡Soy famoso hasta en la Francia! Rápidamente mi ego cae donde le toca. En la reserva por internet estaba mi nombre y el viernes no llega mucha clientela. En fin, que soy un tipo de lo más normal.
La patrona de refugio nos dice que la primera noche no tiene casi gente y nos ubica en una habitación de lo más cuca con 6 literas. La segunda parte es la peor. El sábado celebran un cumpleaños en el refugio, los celebrantes van a ir disfrazados y se prevé consumo de alcohol y otras sustancias, y aunque la jefa le ha dicho que lo celebren fuera la cosa no pinta bien.
Cena cuartelera a precio de menú de lujo y como estamos cansadillos nos vamos al catre.
Primera en la frente, una hora después, suben 4 gabachos, y montan un escándalo de cuidado para acostarse. ¿Normas del refugio? En teoría el toque de queda es a las 9 y son más de las 10:30. Total que al final tuvimos que sufrir a todos los que se subieron a acostar después.
A las cinco y media de la mañana, nuevo escándalo. Enciendo el frontal y miro la hora. No entiendo nada. A las 6:45 nos toca a nosotros. Silentes y pisando suave bajamos a la sala donde nos van a servir un desayuno de lo más cutre.
A las 7:15 todavía está todo negro y eso que ayer nos dijeron que amanecía a las 7. Igual los franceses tienen una idea distinta de cómo es el amanecer.
Al final salimos cerca de las 7:30. Primero nada más salir hay que subir una cuesta y pasar el collado y acceder al valle donde está la vía, con el Balaitus siempre majestuoso queda al fondo.
Aproximación siguiendo la vertiente izquierda del valle hasta llegar al lago superior, se franquea por su cabecera y ya sólo quedan 100 m de dura ladera herboso. Total 1 hora completita para ponerse a pie de vía.
Conforme nos acercamos avistamos a dos cordadas ya en pared. Unos en la segunda reunión y otros algo más arriba.
Qué pesado. Se me olvidaba. Lo que queríamos hacer es la vía “Les tribulacions de Franska”, 700 m 6a al Pico Artouse.
Al fondo, imponente, la arista noroccidental del Balaitus.
Las cuitas de la Paca
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La vía superó con creces nuestras expectativas. Larga, largos muy buenos y entrono espectacular.
La roca es granito y se ofrece en una gran variedad de formas. Placas con tafonis, techos con buen canto, fisuras, placas de adherencia y muros con buenas presas en general.
La vía va buscando lo más tieso y salvo dos largos de transición para empalmar la siguiente agua en el resto se escala. En la imagen puede apreciarse el recorrido de la vía. Empieza por abajo a la izquierda y termina en la segunda aguja más alta
Las cuitas de la Paca
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Y ahora unos cromos de la escalada. Ramón en el primer largo (brutal).
Las cuitas de la Paca
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Y el menda saliendo al sol.
Las cuitas de la Paca
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A partir de ahora las fotos siguen un orden secuencial pero no soy capaz, salvo en unos casos, de confirmar a qué largo corresponden. La vía tiene 18 largos y nosotros empalmamos todo lo que no pasara de V por lo que no recuerdo si la hicimos en 12 ó 13 largos. Cosa que por otra parte da igual.
En las placas de adherencia del 2º largo
Las cuitas de la Paca
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En la tierra media.
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Y ya la traca final con sus 7 últimos largos.
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Ramón deleitándose con el entorno.
Las cuitas de la Paca
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Y en los dos últimos largos.
Las cuitas de la Paca
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Y el muro final.
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Dos franceses que nos precedían en el último largo, con diferencia el más difícil.
Las cuitas de la Paca
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Y Ramón en el mismo largo.
Las cuitas de la Paca
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Y el último arreón en el último largo.
Las cuitas de la Paca
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Y recién salidos de la vía.
Las cuitas de la Paca
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La vía es muy buena, quizá excesivamente equipada. Es fácil saltarse varias decenas de parabolts. A gusto del consumidor. Es la única pega que le pondría. Por cierto si en un momento os animáis solo llevar 10 ó 12 cintas. Los Friends son absolutamente prescindibles y ahorrarás peso.
La bajada es otra historia. Bajas por el valle de detrás bordeando una zona rocosa y buscando un collado por donde pasa un sendero con marcas blancas y rojas. A parte de larga, resulta penosa pues van caminando sobre bloques de granito de todo tipo de formas. Cuando has llegado al collado te crees que estás ya abajo y todavía te queda un mundo.
Según bajaba el collado veía como me iba volviendo tonto, más todavía. Había bebido poco y los síntomas aparecían en toda su crudeza. Ramón se fue adelantando y yo ofuscándome. Cuando bajas el collado te queda una chincheta de unos 100 m para alcanzar el valle donde está el refugio. Ahí ya perdí los papeles. Me equivoqué, me fui hacia la izquierda y fui bajando hasta que vi que me alejaba del refugio. Frustrado vuelta atrás y a seguir un sendero señalado con fitas. Buscaba la senda que da acceso a la brecha, pero también me la salté y durante unos buenos 10 minutos caminé hacia el sur hasta darme cuenta que algo fallaba. Vuelta atrás y tras unos cuantos minutos veo unas fitas a la derecha. Sigo, cauto y algo acongojado, y por fin encuentro la brecha desde que la que se ve el refugio. Bajo penando y al llegar Ramón ha sacado todos los trastos para que sigamos bajando. Yo me dejo caer en una tumbona, comodidades de algunos refugios, y trasiego litro y medio de agua con polvos.
Ramón se enrolla y me pilla la cuerda y el caso. Se va sin perder tiempo hacia el parking.
Yo todavía espero unos minutos más para levantarme de la tumbona con algo de dignidad y me dispongo a penar durante 2 horas más.
Afortunadamente me fui recuperando pero los dolores que sufría en la zona lumbar y en el tobillo me martirizaron toda la bajada. Unido a esto me pegué varios resbalones, haciéndome daño en alguno, pero esto seguro que no sorprende a quien me conoce.
Tras doce horas de actividad llegábamos al coche. Podíamos tomar una cerveza. Yo no. Tenía que conducir.
En resumen, una gran actividad, recomendable al 100 %.
La vía nos costó 5 horas, aunque podríamos haberla hecho en menos. A mitad de vía pillamos a una cordada de franceses que ralentizaron nuestra marca.
Lo peor llegar del final de la vía hasta el refugio. Todavía se me pone los pelos como escarpias…
Saludos y buenas escaladas.