La magnífica Oeste del Naranjo, desvirgada, ahora hace 50 años.
Que pensarían estos dos figuras??El pasado 21 de agosto de este 2012, cumplió 50 años la ruta de las rutas españolas, la Rabadá-Navarro del Picu Urriellu. Hace 50 años que la cordada más famosa de Zaragoza estrenaba la cara oeste del Naranjo y abría las puertas a la escalada moderna en nuestro, por entonces, retrasado país (tampoco es que hayamos avanzado mucho…)
Poco se puede decir de Rabadá y Navarro que no se haya dicho ya pero sirva esta pequeña nota como recuerdo y respeto hacia estos dos valerosos maños. Quien haya visto sus maravillosos vídeos de la época, filmados por el también desaparecido Miguel Vidal, sabrá que eran valientes, muy valientes. Las películas sobre la escaladas al Picu o al Firé son, en todo momento, increíbles, seguro que ganarían los festivales independientes del momento. El material, los sitios por los que se embarcan, el empuje y la tenacidad de Rabadá y Navarro son impresionantes. Y el hambre que pasaban, era de tal magnitud su extrema delgadez que, como ellos dicen, al final no tenían sitio en el cinturón para más agujeros.
Por los escritos que dejaron en el mismo Urriellu parece que, a estos dos “excursionistas” zaragozanos, su escalada a la oeste del Naranjo les pareció un placentero paseo vertical…Han pasado los años, 50 para ser exactos, y esa ruta, ascendida por cientos de tapieros, ha provocado admiración y respeto al sentir lo que escalaban, historia pura de la escalada española.
Mi escalada a la Rabadá-Navarro la hice Nacho Valero. Fue una más que fría mañana de agosto de hace unos cuantos años. No nos quitamos las chaquetas hasta que el Sol nos calentó mientras escalábamos el Gran Diedro. Recuerdo las manos heladas en un diedro difícil del L2, una chimenea angosta en el L3 que pensaba que me escupía, un paso y a correr en el L4, el de la Cicatriz. Perdernos en la campa de los Tiros de la Torca. Alcanzar el nirvana escalando la gran travesía. Flipar con el rápel de la Guitarra. Dudar en el cruce con Murciana (que golosos son esos rápeles), correr Gran Diedro arriba, pensar en dormir en la plaza de Rocasolano, alcanzar otro éxtasis al llegar al impresionante hombro NO, escalar a tientas el último tramo antes de alcanzar la Virgen de Urriellu, rapelar de noche cerrada, y acabar, desesperándome, enfrente de la cara este, al no encontrar el sendero de bajada que había usado semanas antes…llegamos a los vivacs de la vega una hora que prefiero no recordar.
Es una de esas escaladas que recuerdo con mucha nitidez. La había deseado durante toda mi vida de escalador y la hice cuando ya estaba crecidito y bien leído por lo que todo me sonaba. La historia de los pioneros es dulce no así la de las luchas casi épicas que vinieron después por conseguir la primera Invernal. La más trágica es la de Lastra y Arrabal, esa lucha contra los elementos en la que acabaron colgando, durante días, en el expuesto hombro NO a la espera de un rescate arcaico realizado por la élite de la época.
Arrabal, colgando del helicóptero de la época, moriría días después, en el hospital
De entre otras fotos de esa época destacable es aquella en la que el pueblo de Cangas recibe a los victoriosos Cesar Pérez Tudela y Miguel Ángel Gallego tras realizar la 1ª invernal, destaca la juventud de los hoy veteranos escaladores, el chubasquero Serval de Tudela y el más que famoso Tricornio de la Benemérita que los acompaña.
La foto en cuestión, aunque falta el del tricornio…
Hoy en día, aunque haya sido ascendida en hora y poco por el madrileño L. Gómez, la vía sigue siendo un hueso duro de roer para muchas cordadas que, confiadas por el grado o la época de apertura, se lanzan sin una buena preparación previa algo que les cuesta unos cuantos rápeles y una buena decepción en el mejor de los casos. El que haya pasado alguna que otra jornada de descanso en la vega durante una azulada jornada estival sabrá de lo que hablo.
Si aun no la has hecho ya sabes. Elige a un buen compañero, entrena (la Entorns en pleno verano es lo suyo), mentaliza tu mente y cuerpo para recibir una soberana paliza y esta bien atento a la meteo; a partir de septiembre el frio aprieta la piel.
Seguro que entre los asiduos al foro hay historias de todo tipo con respecto a esta vía. Animaros y contad algo sobre vuestra escalada a la Rabadá con 15 años, o hace quince años, o con vuestra novia quince…Ya se de uno que la escaló el mismo día del 50 Aniversario.
Saludos y buenas escaladas.
