Fredo sube alucinando y limpiando todo lo que puede. En el off width sufre como todo hijo de vecino y confirma el grado y la exposición.
Al final en una tarde primaveral templada de Montanejos nos damos la mano en la cumbre tras algo más de 7 horas de exigente escalada.
La vía es buena, pero hubieramos querido que hubiera salido más asequible. Es buena pero exigente y comprometida y eso no es lo que más está de moda ahora en la escalada.
Si con la Rebelión de las Máquinas salimos con una sonrisa de oreja a oreja y cara de tontos, hoy el cansancio no nos permite ningún tipo de manifestación externa.
Se barajan varios nombres de vía, y al final aceptamos uno.
Ya en Montanejos con las cervezas en la mano vamos valorando lo hecho y cierta satisfacción disimulada empiezan a expresar nuestros rostros.
Y ahora viene la traición. El nombre original no es el definitivo, pero espero que Fredo se indulgente conmigo. Tras la conversación mantenida en el viaje de vuelta comprendí que mucha gente como él que están viviendo una situación difícil merecían nuestro reconocimiento. Y este es mi pequeño homenaje a Fredo en particular, y a la gente de su generación en general.
Gente preparada, educada, con respeto a la montaña que debido a la codicia desmedida de muchos y la la malísisma gestión de otros han visto sus esperanzas de vida truncadas, por lo menos al medio plazo. Gente que no tiene ninguna culpa, y aún así se siente culpables cada mañana cuando se levantan y no ven horizonte. Tiene mucho mérito que no arrojen la toalla, se levanten y hagan cosas, aunque mientras no consigan el ansiado trabajo, consistan en leer, escalar, hablar o soportar a viejos como yo. Espero un futuro mejor para todos vosotros. Estamos con vosotros.
Nueva vía en Montanejos: Pequeño Gran Hombre
Nueva vía en Montanejos: Pequeño Gran Hombre