Una de las cosas que tiene Matxinkimb es que vías que siempre van quedando en cola tras una buena piada te crean unas irrefrenables ganas de escalarlas.
Y eso es lo que me pasó con el relato de Josem sobre su reciente repetición de Vriksasana. No había día que aún llegando a las tantas a casa no pillara el libro del Mercury y le echara un vistazo al croquis y ya me imaginara surcando sus fisuras y diedros.
Tras el grato sabor de Montrebei no había nada planeado para el siguiente fin de semana, y quizá así sea mejor. No obstante, aunque sin decir nada en mis adentros se cocía la actividad a realizar el sábado.
El miércoles Ramón me comenta que no puede salir así que llamo al Figura para proponerla la susodicha. El prudente, como siempre, por lo menos en sus formas y maneras, me dice que los que la han abierto “están molt forts y ten molt de grau” y yo en las mías pensando que “nosotros le echamos mucho morro”.
Envío un correo al Global Moderator apelando a su infinita benevolencia y generosidad solicitándole información de la vía, a ser posible uno de sus estupendos croquis.
Estando aún en Polop el viernes me llama el Figura. Le digo que me he dado un golpe en la cabeza, a lo que me responde que en ese caso de mañana no hablamos. Me faltan décimas para decirle que quieto, paraó, que solo es un golpe y que como mucho me crecerá un huevo fuera de sitio.
Al llegar a casa volvemos a hablar y todo preocupado me dice que hace falta el camalot del 5. Pues vale, si no lo tenemos ya pasaremos. Como Diego tiene más sesera que yo, consigue un trasunto de camelot del 5 pero de otra marca. La ventaja es que pesa poco.
Mi principal problema el sábado es ponerme el casco pues tengo que ir en moto a Oliva, donde he quedado con Diego, y el huevo que me ha crecido en la cabeza me obliga a contorsionar mi cabeza para que entre en tan parco espacio. Desde luego como me lo tengan que quitar van a tener que usar una radial.
Llegamos a Finestrat y sin parar enfilamos al exiguo parking que ha quedado tras el espléndido helipuerto que han explanado en el inicio de la senda. ¡Podrían haber nivelado por lo menos el terreno!.
Allí nos encontramos con Merino. Hoy no va a escalar. Día happy y bicicleta. ¡Força Merino!
Pillamos los trastos y enfilamos la subida. Llegando al inicio de la ruta oigo voces y lo primero que pienso es que alguien más madrugador nos ha pillado la vía. ¡Qué le vamos a hacer!. Cuando estoy llegando alguien a unos 10 m del suelo exclama: ¡Escaladores!. No acabo de comprenderlo hasta que llego a la base.
Dos “avezados” montañeros, ninguno de los cuales cumplirá ya los sesenta, pretendían sin haber escalado en su vida, llegar al Portell, subiendo por la canal a la izquierda de la Aguja Encantada, y sin saber muy bien donde pretendían llegar. Tras una breve conversación, ayudamos a bajar al que había iniciado la ascensión y les indicamos dos posibles itinerarios de acceso la Portell.
Cuando se dirigen a la senda que bordea la cara oeste, Diego y yo nos miramos, ojipláticos y alucinados. Menos mal que hemos aparecido pues sino estos acaban estampados o rescatados tras pasar el peor rato de sus vidas. ¿Sentido común? Vamos a dejarlo…
Lo que toca, Vriksisana, menudo viote. Pero por partes.
Me toca a mi empezar. Como ya he comentado antes, mi intención es no usar el trasto del 5 salvo que la intensa sudoración que me provoque el miedo sea capaz de llenar el pantano del Amadorio.
Empiezo la fisura, pongo un cacharro grande y llego al inicio del “tramo improtegible”. Como bien comenta Josem hay un lugar evidente para colocar o un cam del 1 o un tótem (mejor). En cualquier caso los siguientes metros superan una fisura con un canto bestial y con un paño de roca super adherente y rugosa que convierte la escalada de este tramo en un disfrute, no siendo necesaria protección adicional. Cuando se cierra la fisura y la cosa se pone más seria ya hay sitio para meter lo que uno quiera.
En el primer largo.
La llegada a la reunión tiene un apretón que conviene pillar por donde toca, pues de lo contrario uno se puede quedar sin agarres. Primer largo y ya me parece la vía muy buena.
El segundo largo sube en vertical para buscar un fisura que tal como se alcanza se abandona para superar el muro en vertical por donde la placa parece que más tira. Afortunadamente la roca es generosa en agarres y se deja escalar.
El tercer largo es un “tiradón”. Roca increíble, dos puentes más bien “guarretes” y el resto a equipar. Primer apretón para llegar a la característica fisura que para mi sorpresa no se escala. Solo se utiliza de vez en cuando para meter algo mientras se escala por la placa de la derecha sobre una roca de ensueño.
Este largo aprieta. Debe ser que cada vez escalo menos pues o los grados están apretados, o yo cada vez tengo menos grado. El caso es que lo encadeno pero salgo bufando.
Vista del largo desde abajo:
Vista desde arriba:
En el cuarto largo:
Cuarto largo de transición para escalar un “bombón” de quinto largo. Dificultad moderada, roca franca y erosionada y escalada de pleno disfrute.
Llegamos al diedro terminal. Le toca ahora a Diego escalar, siempre por fuera del diedro, superando zonas desplomadas, con buenos agarres pero con roca delicada. No ve el parabolt del final y esto le obliga a pelearse con un tramo roto que le deja medio extenuado. Al final ve el parabolt, recula y acaba el largo. Bufando también. Otro largo en el que o el grado está apretado o cada vez valemos menos.
Vista desde abajo del Figura en acción:
Como voy en este largo de segundo, antes del diedro terminal, me relajo, pe pillo a un buen agarre, tracciono y vuelo con el buen agarre. Cosas de ir de segundo…
En el mismo pero desde arriba.
El siguiente largo empieza con un buen apretón para ir ahora si superando el diedro por su eje. Un paso realmente duro me permite alcanzar el artificial y salir por un diedro de roca dudosa con un puente de roca porosa de lo más polloso.
Nos queda un largo, ya más fácil, pero al que hay que prestar atención pues hay bastantes armarios en equilibrio dudoso.
Dos fotos en el último largo.
Tras cinco horas llegamos arriba. Contentos y conscientes de haber hecho una gran vía, difícil, bonita y muy obligada, tanto en dificultad como en necesidad de protección.
En toda la vía habrá 4 parabolts en largos (1 en el 1º, 1 en el 6º, y 2 en el 7º). Clavos, creo que hay 1 en el 6º largo y 2 en el séptimo. El resto a equipar. Vale hay algún puente de roca, pero la mayoría no valen nada, y menos con las cintas y cordinos que penden de los mismos.
Inevitable foto de cumbre.
En dos días he hecho dos grandes vías abiertas por escaladores de una misma generación que siguen dando que hablar y que desde luego han dejado un buen legado para futuras generaciones.
Seré recurrente y pesado, pero reitero, en esta ocasión, mi más sincera enhorabuena a Beto, Miguel y Josem. ¡Señora vía!
Saludos y buenas escaladas.
PS1
Material utilizado:
Juego de aliens, juego de tótems, alguno repetido, juego de camalots hasta el 4. El cinco lo fuimos poniendo pero no porque hiciera falta si no porque ninguno de los dos quería llevarlo. Cordinos y cintas para puentes de roca y arbustos.
PS2
Josem como ya se conoce la vía sabía donde ponerse para sacar buenas fotos desde la reunión 1 y la 3. ¡Perro viejo!
PS3
El figura tras un larga lesión y una penosa travesía por el desierto, en menos de tres semanas se ha puesto más fuerte que el vinagre de Lidl. Tendré que cursar instancia para que me lleve a escalar.
PS4
Si la vía fuera mía la hubiera llamado: "Susanita, la postura del ratón". Pero como no lo es...