UNA COMBINACION DIVINA

Este invierno hemos intentado escalar el Divino, y casi se deja…

A finales de enero, Fran, Juan Ignacio y yo nos fuimos hacia el Divino, con la mala suerte que a la altura de Campello comenzó a llover, con la esperanza de que fuese algo pasajero estuvimos dentro del coche viendo como se cabreaba el tiempo hasta las 11:30 h., que por fin paro de llover. Por fin pudimos salir del coche a otear nuestro entorno, las paredes estaban chorreando, pero como hacia mucho viento, secarse era cuestión de minutos y había ganas. Así que para la pared, ya se sabe, más vale tarde que nunca. Escalamos la primera parte de la “Notario-Maldonado” para evitar el largo rotico de la “Amor de Odio”. Cuando llegamos a la terraza, el viento a esa altura era ya huracanado, costaba hasta mantenerse de pie, hubo unanimidad, “retirada por la vira y ya volveremos”.

Volvimos hace dos semanas, las previsiones de la meteo eran realmente malas, lluvias y bajada en picado de la temperatura, pero como cuando no levantamos no llovía, nos fuimos al Divino. Subimos por detrás hasta la cumbre y descendimos por la vira, a las 10:30 estábamos a pie de vía. Subo el primer largo y cuando Fran toca la pared se pone a llover y además intensamente, tanto que a mitad de largo de tanto que chorreaba la pared, se le colaba el agua por el interior de la manga. Estuvimos allí aguantando chaparrón más de una hora, los chubasqueros ya no hacían su función y comenzábamos a calarnos a tope, cada vez hacia más frio y se puso a granizar, no había duda, retirada. Teníamos las manos tan congeladas, que no conseguíamos anudar los cordinos para el montaje del rapel, tardamos una eternidad. Como la ley de Murphy nunca falla, cuando llegamos a la base, va y para de llover, y cuando plegamos las cuerdas, comienza a abrirse el cielo, pero ya eran las 2 de la tarde, las paredes chorreaban y nosotros teníamos que movernos para entrar en calor.

Ayer sábado volvimos, las previsiones eran excelentes, esta vez accedimos al segundo muro por abajo, por la vira. Cogimos maza y tres clavos por que nos había llegado que las reuniones estaban precarias y había que reforzarlas. El primer largo ya lo conocíamos, el segundo una pasada de roca, de lo mejor que se puede encontrar por aquí, vertical y muy compacta. En el tercero metí la pata, escale unos treinta metros por la linea buena, había huellas de alguna clavada, pero nada de material, solo un fisu abandonado, y al mirar a la izquierda, veo a unos diez metros un clavo y un cordino. Pensando que me había equivocado, destrepo recogiendo el material y me voy hasta la terraza, recupero a mi compañero hasta la terraza para evitarle más tiempo en la reu colgada y tiro hacia arriba, llego al clavo lo supero y sigo hasta el inicio de una canal, con roca inestable y bloques. Empiezo a dudar, y en eso Fran me informa que bastante a la derecha esta viendo el típico buril de las reus. Por lo visto el material era de algún embarque, destrepo unos dos metros para buscar roca compacta y meto un clavo a muerte, del que me bajo. Hemos perdido aquí más de dos horas, recupero la vía y a disfrutar de roca compacta y linea bonita.

El equipamiento de la vía es prácticamente inexistente, pero la roca da muchas opciones para equipar. El equipamiento de las reuniones es escaso y viejo, hay un spit con ala de mosca por reunión, en la primera además del spit un lazo a un bonsay de olivo, en la segunda estaba el spit y un clavo viejo, hemos dejado otro clavo por estar la reunión colgada, la tercera también incomoda tiene el spit y un clavo escondido detrás de un matojo de esparto, se puede reforzar con un fisurero, la cuarta, todo un lujo, una cadena de descuelgue sobre el antiguo spit de Ballart, seguramente de una línea que sube vertical cruzando unas placas tremendas.

Segundo largo de la Notario-Maldonado