Tampoco había que estrujarse mucho los sesos…
Si, el sábado volvimos a Penya Escabia y mirando, mirando buscamos una nueva línea y a por ella fuimos.
Como lo mejor es no hacer planes, en esta ocasión todo vino rodado. El jueves Diego me dice que está mal de la espalda, que irá al fisio y que ya veremos.
Llega el viernes y a media mañana recibo un wathapps del Figura de que sigue igual. Pues nada, el sábado se queda en el aire.
Pensando tras leer el mensaje en Javi “Pitxi” me suena el teléfono. Mira qué casualidad, el mentado. Yo esperando proposiciones indecentes y me dice que sigue con el tobillo fastidiado y que en principio no va a hacer nada el sábado. Pues estamos todos buenos. Yo de buena mañana, aprovechando la fresca, he salido a correr y cuando llevaba menos de media hora he tenido que parar pues notaba como el sóleo se me contracturaba a la carrera. Vuelta andando y rabiando.
Como no es un día normal, me vuelve a sonar el teléfono, es el Litri, que si me voy con ellos a Olba el sábado. Le digo que ya diré, pero aunque me encanta ir con él, tienen mucho nivel y no sé si voy a ser capaz de arrastrarme por las vías que ellos escalen.
Otro mensaje de Diego de que podemos escalar por la zona de Xátiva. Día tranquilo, poca aproximación y vuelta a casa temprano. Mejor plan imposible.
Como parece que ya se ha encauzado todo vuelvo a lo mío y me olvido del sábado, de donde voy a ir y de qué voy a hacer.
Viernes, cinco y media de la tarde. ¡Me vuelve a sonar el teléfono! ¿Se habrán equivocado? Pero no, es Diego que se ha levantado de una siesta terapéutica y que se encuentra mucho mejor, que ya no le duele la espalda y que podemos ir a Penya Escabia a ver si sale algo nuevo.
A las ocho quedamos en la gasolinera que hay antes de Gilet. Como siempre, y no sé cómo se apaña pero Diego ya está allí cuando en moto y cargado como un burro llego.
Llegamos a la base de la pared y escrutamos posibles líneas. Un diedro perfecto en la zona superior no anima a buscar una ruta directa hasta el mismo.
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
Arreglamos trastos y en pocos minutos nos ponemos en la base de la pared y en la vertical de unas fisuras y diedros que nos conducirán a la repisa superior desde donde arranca el diedro.
Primer largo: Ataca un muro entre dos carrascas y va en busca de un diedro blanco inclinado que forma un resalte en la pared por su derecha. Pasos delicados con roca delicada. Al llegar al diedro no nos queda más remedio que meter un parabolt para proteger la zona más complicada. El resto se protege con material flotante. La reunión se hace en una sabina que hay en una repisa justo en la vertical del inicio. Ponemos dos parabolts en esta reunión. (35 m. 6b+)
Segundo largo: Empieza por una especie de diedro en busca de una zona fisurada de roca blanca. Tras el primer tramo nos toca poner otro parabolt para salvar un muro sin agarres ni pies (A0). De aquí se entre en el diedro abierto de roca blanca. Un clavo al inicio le quita algo de tensión, pero luego viene un tramo duro (6b) y con alto grado de exposición. Se van sorteando bloques empotrados en la fisura, roca delicada y protección más psicológica que otra cosa. Aquí el Figura resuelve con una buena dosis de temple y decisión el tramo de marras. Tras este tramo se alcanza una fisura de roca buena donde un camalot del 3 le da un poco de tranquilidad y un merecido respiro. Para terminar se ataca un diedro desplomado fisurado en su vértice y en su borde izquierdo, durete, pero de buena roca y con posibilidades de protección (6b+). (40 m.)
Mientras escalaba Diego el sol me daba directamente por lo que el reportaje gráfico se vio seriamente perjudicado. Unas fotos de Diego en el segundo largo.
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
La segunda reunión se hace de dos sabinas y ahí han quedado dos cordinos.
Tercer largo: Se sale por la derecha para luego hacer un franqueo a izquierdas y seguir un diedro evidente hasta una repisa con carrascas y otras especies. (45 m. 6a+).
De aquí hay que andar entre carrascas con alguna fácil trepada hasta ponernos en la base del muro terminal (30 m).
Desde aquí podemos ver el diedro en toda su extensión y nos llevamos una desagradable sorpresa al ver varios armarios en estado precario que en una zona desplomada cierran el paso del diedro y penden tal espada de Damocles.
Como ya tenemos ambos la casa amueblada y nadie quiere bajar con un armario ropero tallado en piedra nos toca recular y buscar una salida alternativa. Unos 10 – 15 m a la izquierda vemos que por el filo izquierdo del pilar que forma la pared terminal podemos salir. Así que nos ponemos a la faena.
Cuarto largo: Se hace reunión en una sabina a la izquierda de la repisa y se ataca verticalmente un muro hasta un tronco de sabina seca. Desde aquí se va buscando el diedro canal justo a la izquierda del pilar. A mitad de largo se hace un franqueo a derechas para tomar otra línea ascendente por un diedro gris. Se sigue éste por su derecha hasta llegar a la arista cimera y de aquí a una repisa con carrascas donde se puede montar la reunión. 40 m . 6b. En el largo se ha dejado un puente de roca equipado con un cordino.
Como no puede ser de otra manera, tras la escalada nos hacemos la obligada foto de cumbre. En este caso tengo buen cuidado de cerrar la boca, pues como siempre que abro vía como tierra que no veas y tengo los dientes que dan miedo.
Adivina, adivinanza ...
Adivina, adivinanza ...
El descenso es el mismo que para Vini, Vidi, Vinci y el Diedro Gris. Se alcanza la ladera este de Penya Escabia y en dirección sur se busca una canal evidente en donde ahora ya hay huellas que indican el paso de anteriores cordadas.
De la vía, pues 6b+ - 190 m y su nombre:
“El Mestre y el Figura tienen la cara muy dura”Para repetirla habrá que llevar un juego de aliens, otro de tótems (repitiendo amarillo, azul y verde), un juego de camalots hasta el 4, y cordinos largos para troncos de sabina y arbustos.
La vía en sí es buena, aunque en algún tramo la roca es delicada y conviene escalar con atención y decisión. La hemos limpiado bastante por lo que los bloques más sospechosos ya no están.
No descartamos más adelante repetirla y meter un parabolt en la zona de roca blanca del segundo largo para reducirle la exposición. Pero esto último queda como una idea y habrá que ir madurándola.
Penya Escabia es una paraje natural de gran belleza y afortunadamente muy poco explotado por la mano del hombre. Creo que la escalada es totalmente compatible con el entorno pero intentando minimizar el impacto de nuestro paso. El tipo de roca permite la escalada de auto protección por lo que debemos intentar reducir el uso del taladro a aquellas ocasiones en donde sea absolutamente imprescindible.
No me enrollo más. Si respetamos la naturaleza, ella nos respetará a nosotros y podremos disfrutar de la escalada más y mejor.
Saludos y buenas escaladas.
