Ponotxenando...

Parece que el foro duerme, sigue en los brazos de Morfeo, pero no tiene sentido, los osos hibernan para preservarse del frío invernal, pero en este levante de nuestros amores no hace frío…

Pero bueno, alguien tiene que romper el fuego, dejar de bostezar y despertar pues cuando uno ni lee ni escucha es que no pisa ni la ducha.
Recuperándome de mi maltrecho tobillo había quedado con Diego para ir a Ponotx y volver a coger algo de marcha. Salen a colación varias vías y al final para mi sorpresa, como dice el Guerola, el figura no tiene la “Alfa Centauro”. Pues vamos a ella.

Suena el despertador a las 5:40. No quiero levantarme. Ayer me fui de cena y llegué a las dos. Post Festum Pestum que decían los vecinos de Cicerone.
Voy volviendo a la vida. Para más inri me toca ir en moto hasta Xátiva. Fuera la temperatura es de 4º C y eso dentro de la cuidad.
Me forro tal Simone Moro en su intento invernal al Nanga Parbat. Para ponerme la mochila tengo que colgarla de la barra pues las capas me impiden flexionar los codos.

Tal como salgo a la calle me despierto de golpe. El aire me corta la respiración. Atravieso Valencia con la visera abierta a ver si me aclimato un poco. Ni por esas. Salgo a campo abierto y siento el frío como un bofetón. Durante los primeros minutos me planteo seriamente darme la vuelta, pero tras un rato, veo que el cuerpo aguanta y tiro de la manta.

Al llegar a Xátiva, como no, Diego puntual como una estaca. Aparco la moto y antes de subir al coche me voy descebollando. Diego me observa impertérrito. Debe pensar que cada vez estoy peor.

Por fin dentro del coche y al socaire de la calefacción recupero el calor perdido.
Llegamos al parking con una mañana ventosa y nublada. Cosme y compañía todavía siguen en los brazos de Morfeo.

Mientras nos preparamos se despiertan y compartimos unos breves momentos de conversación.

De Alfa Centauro que decir. Un 10 de vía. Ya la he hecho unas cuantas veces, pero la repito y cada vez me gusta más.

Mientras damos cuenta de los primeros largos pasa una cordada de tres hacia Manolo Tatxa. Por las Hadas entra otra cordada que no se muy bien por donde saldrán a posteriori, pero salen por arriba ¿? Y no por las Hadas.

Como estoy para jubilar veo la ruta de diferente manera, me obliga a apretar más. Mientras tanto el de la Costera va sobrado.

En el desplome de A0, viene el susto de la jornada. Tras dos parabolts hay una cinta doble pasada por un puente. Me cuelgo, recupero la cinta anterior y de pronto se abre el suelo a mis pies. Miro para arriba y no entiendo nada, el estribo está entero y la cinta aún está en su sitio. Menos mal que iba de segundo. Al superarme sobre el estribo veo que la cinta se ha roto y que quedan los cabos sueltos. Los ato, pero aviso. Esa cinta ya no tiene vida, habrá que cambiarla en la siguiente ascensión.

Cuando llego a la reunión el muy cachondo de Diego que ha notado el tirón me pregunta si iba en libre. ¿Queeee?

Tras seis horitas y poco más estamos plegando cuerdas. Vaya viote que se marcaron Don Manuel y Don Emilio.

Al final decidimos bajar por la ferrata, cosas de alguna terminación neuronal mal conectada.

Por cierto en el siguiente largo al desplome en la placa fina hay un clavo que está suelto, por lo que al loto en siguientes repeticiones.

Y aquí se acaba la crónica. Por lo menos hemos roto alguna telaraña …

Y unas fotos para ilustrar la piada.

Primer largo: