Tras una experiencia tan surrealista con el tal Santos Morros y su colega Joan había decidido hacer un paréntesis para recuperarme de tanto sobresalto y vivencia esquizoide.
Desde el lunes llevaba mirando con interés, rozando con la obsesión la previsión del tiempo que no adivinaba nada bueno para el fin de semana. Mientras tanto había asegurado las jarcias, y el palo mayor se veía robusto y prometía batirse el cobre con los embates de la naturaleza. Un viento huracanado soplaba por estribor. La amura de babor se escoraba peligrosamente lo que me obligó a salir del cálido abrigo de mi camareta y recibir una vaharada de aire salitroso con una excesiva carga de azufre. Sin darme cuenta una ola de dimensiones gigantescas se abalanzaba sobre babor. Fui a sujetarme a unos cabos que recién plegados descansaban al socaire del palo mayor. No me dio tiempo. Fue tal la bofetada de espuma salada que recibí que perdí el equilibrio y como un calamar en un baño de aceite me precipité hacia la antes mentada escora de la amura de babor. Otro golpe de mar, más violento y seco me estampó como un sello contra la cancela de la sentina. La conmoción me impedía pensar y la respiración entrecortada y sin parar de escupir agua intentaba que alguna palabra audible saliera de mi boca. La situación era crítica. Cuando ya lo daba todo por perdido, una voz en la lontananza desvió totalmente mi atención. “¡Jaime!!!! A ver si dejar de pensar en las musarañas y te pones a hacer la cena”
Conmocionado me levanté del sofá, siendo consciente de que había estado al borde de la tragedia. Solo me quedaba dos opciones, sacar unos filetes de ternera que llevaban unos cinco meses en el congelador esperando su poco probable resurrección o llamar al “Burriking” y pedir un menú de comida cardiosaludable.
Al final todo quedo en una divertida anécdota, ni para mí, que había sufrido lo suyo y todavía notaba las agujetas en todas mis partes pudendas.
El viernes llamé a MC Cháfer. Ya habíamos hablado algo al respecto pero no se había concretado nada. Como siempre dando ánimos me pregunta: ¿Pero tú ya estás para abrir vía?.
A lo que contesto :”Hombre, Capo di corda, espero que sí, sé que no puedo ni soñar con vuestro egregio nivel, pero haré lo que esté en mis manos”. “Vale, vale, si no te encalomas por lo menos ayudas a llegar el material” Contestó.
La buena noticia es que Diego había hablado con John Long, ahora Joan Lloret un potente y dicharachero escalador de la Costera que dada su juventud era un garante para pozarnos en caso de que las cosas se dieran mal dadas.
A las siete ya estamos todos en el coche de MC Cháfer. A estas horas la conversación es escueta, cada uno va sumido en sus cuitas y si no fuera por algún que otro regüeldo y pedillo que alguno de los presentes expele la calma sería absoluta.
Llegamos a Beniarrés. Hay que tomar un café para entonar los músculos y que la cafeína fluya por nuestras venas y active nuestros músculos. Con gran desaprobación comprobamos que en el bar sólo hay hombres. ¡Que humillación! Nosotros intentando ser una cordada paritaria no binaria y ahora resulta que en este pueblo no hacen nada por la igualdad.
Como siempre erramos el camino de subida. Pero no volverá a pasar. El camino bueno es el segundo, el del cartelón.
Llegamos hasta el límite del mismo y sacamos los trastos. Ahora viene lo mejor del día. Lo mejor de ir a abrir vía. Cargar las mochilas hasta el límite de todo tipo de trastos y adminículos y disfrutar una vez uno se carga la mochila de como las cintas se nos clavan en los hombros y cortan la circulación de nuestros miembros superiores. Que sensación más placentera. Mejor aún es la media hora de cuesta que tonifica nuestros músculos y aclara nuestras mentes. Diego, que como capo di corda, manda un huevo, propone bajar hasta muro corriendo e iniciar la aproximación allí. Decidimos que todavía el día no alarga y que lo dejaremos para una suave mañana de agosto.
Llegamos a base de pared y dado que por donde queríamos tirar la sombra ha quedado anclada y aunque soleado el día es frío y ventoso, decidimos buscar otra línea que nos atraiga.
Il capo di corda con toda su magnanimidad me ofrece hacer el primer largo. Estoy a punto de besarle en los morros pero me cortó no vaya a tener que gastarme luego una pasta en ortodoncia.
El primer largo empieza por un espolón que poco a poco se va enderezando para terminar en unas placas verticales que nos ofrecen las mínimas e indispensables fisuras para ir progresando y proteger la ascensión. El primer largo queda una maravilla, de dificultad moderada (6b) ha quedado bastante limpio, tres puentes y un clavo, y donde habrá que hacer buen uso del material flotante en sus 52 metros.
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Sube Joan y detrás MC Cháfer limpiando a destajo. La reunión se hace en una repisa cómoda no visible desde pie de pared. De hecho solo cuan
do estás a pocos metros adivinas que el lugar para la reunión puede ser cómodo.
Empieza el segundo largo Joan. Hombre bragado en mil paredes, con míticas ascensiones allende los mares, se echa en bandolera el material que considera necesario: 52 clavos, tres juegos de camalots, 4 de tótems y 2 de alliens. Avanza con una pericia difícil de igualar cuando a los pocos metros recula. No lleva cordinos para puentes.
Al final resuelve la primera parte mediante una travesía ascendente (6ª/6ª+) hasta alcanzar el filo del espolón donde la pared pierde verticalidad. En 55 m llega a la segunda reunión presidida por una sabina más que centenaria y donde prevemos instalar el primer vivac.
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Sube il capo di corda y ahora me toca a mí ir de “chacho”. Masculinizo el término no vaya a haber justas reclamaciones al respecto.
Estamos en la vertical de la placa gris que veíamos desde abajo. La pinta es bestial. Ahora le toca el turno al capo di corda. La primera parte resuelve un muro a proteger con buenos emplazamientos para los cacharros y dificultad moderada (sobre 6a+)
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Diego llega a la base del muro somital y ahí empieza una batalla titánica para progresar haciendo el mínimo uso del taladro. La placa no se lo pone fácil. Por donde parece factible una laja gigantesca en forma de diedro y milagrosamente aún solidaria a la pared le corta el paso. Tras ir a la derecha, le toca recular y hacer una travesía sobre una repisilla sin manos bajo una llastra siniestra que dejará de existir antes de que acabe el día.
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
La previsión meteorológica ha sido acertada. Sol y viento hasta el mediodía. En ese momento se ha cubierto y el viento se ha intensificado. Mientras Diego se pelea con la placa, nosotros en la reunión intentamos hacer faenas para no quedarnos helados. Joan asegura y hace sentadillas. Yo me dedicó a adecentar la repisa para que el vivac sea del todo confortable.
Miro hacia arriba y no acabo de explicarme como está taladrando en una posición tan forzada. Tras varias horas de esfuerzo Diego consigue salir de la pared. Ahora nos toca a nosotros. El primer tramo sobre roca compacta pero con fisurillas se escala bien, pero una vez llegados a la base del muro la cosa cambia.
Diego está como un toro y ha resuelto el largo de forma magistral. Entre bolt y bolt hay una distancia considerable, pero lo increíble es cómo se ha podido parar para taladrar. Se escapa a mi imaginación.
Llegar al primer parabolt me cuesta dios y ayuda. El resto de la placa sigue en la misma tónica, roca monolítica con agarres minúsculos y nula posibilidad de auto protección. Para poder pasar me he tenido que trincar a alguno de los parabolts, aún así los tramos entre estos son duros, duros.
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Detrás viene Joan limpiando. La llastra desaparece y junto a ella otros bloques sospechosos. Cuando llega al tramo de placa se pone en modo máquina y desde arriba veo cómo va resolviendo la misma con agarres y apoyos minúsculos.
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Al final nos damos la mano entre los bandazos que nos da el creciente viento y el frío inmisericorde tan característico de la Sur del Benicadell.
Pues eso una nueva vía “El Retorno del Jedi” 160 m 6c-A0.
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Queda pendiente por liberar el último largo que saldrá duro, duro. Sin encadenar ronda el 6c obligado. No sé por qué pero igual esta es otra vía que no nos repiten. Aunque es buena vía, tenemos la negra.
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Nueva vía en la Sur del Benicadell. El Retorno del Jedi. 160 m. 6c-A0
Recogemos los trastos y nos encaminamos al collado para acceder al rápel. Cuando llevamos unos metros andados nos topamos con la última reunión del Penúltimo Soldurio y decidimos rapelar por ella. Así nos evitamos el rodeo y le echamos un vistazo a la vía del Mercuri.
Tras un rapel de 50 m nos juntamos en una exigua repisa para recoger las cuerdas. Pero éstas no quieren y llegado a un punto no corren ni en un sentido ni en otro. Como está anocheciendo decidimos utilizar la auxiliar para llegar al suelo. Mañana nos tocará volver.
Y así sin cervezas ni res retorno a mi hogar 15 horas después de haberlo dejado de buena mañana.
El domingo de nuevo camino a Xátiva. Un rápido almuerzo y Diego y yo nos dirigimos de nuevo al Benicadell. Esta vez por la cara norte. A mitad de pista nos hacen parar. Están corriendo una maratón de montaña y no se puede llegar en coche a la casa forestal. ¡Qué suerte hemos tenido! 20 minutos más de subida. Como no tenemos otra cosa que hacer nos tomamos la subida con calma. Llegando al collado previo a la cumbre volvemos a coincidir con los sufridos corredores que ya alcanzan el kilómetro 30.
Hoy el Benicadell ha sido más benévolo con nosotros y hemos podido recuperar las cuerdas desde arriba con cierta facilidad.
Mientras bajamos y vamos de cháchara ya se van concretando futuros proyectos…
Un saludo y buenas escaladas.
