SIERRA DEL CID- RACO BELL
julio-agosto de 2008
Hace 30 años un grupo de escaladores de Petrer se atrevieron a descifrar los encantos del gran muro rojo que esconde la Sierra del Cid en sus entrañas. Esta tapia alargada tiene un aspecto desplomado muy evocador a primera vista pero, en un segundo análisis, y teniendo nociones básicas de geología, llegas a la conclusión que la roca no es del todo buena y que, mejor dejarlo para otro día.
En mi caso así han pasado los años; cada vez que pasaba por la zona me hipnotizaba con el roquedo y una vieja reseña me hacía ilusiones que nunca llegaban, el miedo me echaba atrás. La ruta más imponente de aquellos locos pioneros, la Fernando Rico, se prometía dura, y es que solo hay que ver su principio, uff hace miedo.
Con todos estos ingredientes Miguel y yo llegamos a dos conclusiones, primero que volvíamos a dejar para otro día lo de repetir la Fernando Rico y segundo que ya estaba bien, que había que abrir una ruta de las guapas, buscando la mejor roca y el libre sobre desplome de canto.
Dicho y hecho, en varios ataques, con varios vuelos de más y muchas chapas de menos nos plantábamos en la parte superior de la Pared del Xolí. ¡Qué placer más inmenso el dejar una pequeña rúbrica para la posteridad!¡sobre todo en esa pared que tantas veces habías visto!
Hombres pájaro: 110 metros, 7b+ (7a obl.) casi toda equipada a bolts, llevar 14 cintas y, por si acaso, algún fisurero.
La aproximación es muy evidente, desde la presa por el pie de pared. Para bajar también muy fácil, a la derecha hacia abajo dirección a la presa, hay que estar atentos de ir por lo menos difícil y encontrar un paso natural, con mínimos destrepes, que te deja en el pie de pared.
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